Chesterton es un genio. Precisamente porque no lo parece. A Chesterton se le entiende casi todo. Los que parecen sabios, se envuelven en un lenguaje críptico. Los que son sabios, son sencillos. Chesterton encandila incluso cuando trata de un tema desconocido para el lector. La gente seria se ciñe al tema. La gente sumamente inteligente como Chesterton trata los temas con sentido del humor, por lo que no se ciñe estrictamente a los temas, sino que los sobrevuela. Chesterton es paradógico porque la vida, el mundo son paradógicos.

martes, 2 de junio de 2009

El debate escamoteado


Hay en España ahora un debate abierto sobre si las chicas de 16 años pueden abortar o no sin consentimiento de los padres. El debate surge a partir de una nueva ley de aborto que el Gobierno impulsa y que trata de modificar la ley actual, de indicaciones, por otra de plazos. Da la impresión de que la cuestión de las chicas de 16 años ha sido introducida por los fautores de la ley como el trapo rojo que atrae la embestida del toro. Sea lo que fuere, se trata de un debate escamoteado.
La cuestión es ¿Al abortar se elimina la vida de un ser humano? Si es así, tan malo es que aborte una chica de 16 años que una mujer de treinta. ¿O es el que el ser concebido en el útero de una chica de 16 años ha de ser más protegido que el que ha surgido en el vientre de una mujer mayor de edad? Si el aborto no lesiona ninguna vida, ¿por qué debatir sobre la edad en qué es oportuno hacerlo?

1 comentario:

  1. Es obvio. Tan pernicioso es que se haga a los 16 como a los 25 o 30. Pero a los 16 hay un añadido de perversidad: siendo menores, se les permite decidir sin el consentimiento o el conocimiento o incluso contra la voluntad de sus padres, porque así enfrentamos a los jóvenes, siempre progresistas, contra los viejos conservadores, dignos -al parecer- de ser masacrados; al menos -pensarán nuestras queridas, lúcidas y jóvenes gobernantas- masacremos a sus posibles nietos... ¡¡Mas madera, que es la guerraaaa! (Groucho Marx)

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